sábado, 12 de junio de 2010

UN POQUITO DE CAMBIO NO VIENE MAL


No sé como decirlo pero, además creo que no serviría de gran cosa, pero llevo alejado de este blog demasiado tiempo como para justificarme adecuadamente, así que lo dejo aquí, que cada persona que pueda haber seguido estos meses este blog sin cambios tenga su propia idea de las cosas.

Es por ello que aprovechando que blogger ha facilitado nuevos diseños he cambiado un poco la apariencia en un tono más potente. Progresivamente iré cambiando algunas cosas más, por aquello de que UN POQUITO DE CAMBIO NO VIENE MAL.

De todas formas el cambio no puede ser sólo de apariencia y de color, sino que necesita más profundidad. La situación actual requiere un cambio más importante que el meramente de escaparate como se pretende, de alguna forma, por los gobiernos "democráticos" sujetos a la dictadura del mercado como sostenía Julio Anguita en el programa 59 segundos de TVE hace un par de semanas.

Los cambios que esta crisis requieren van más allá de los recortes sociales, ataques indiscriminados a funcionarios, sacrificios siempre de los mismos, eliminación de inversión pública, bajada del déficit sin explicar, congelación de las pensiones, recortes en la ayuda a la cooperación, reformas laborales en contra de los intereses de los/as trabajadores/as.

Los cambios que requiere esta situación vienen dado por cambios estructurales que han sido anunciados por colectivos como ATTAC, que han sido propuestos por el movimiento mundial por "Otro mundo es posible" y que, en definitiva, parten de la base de que el actual sistema es negativo, va contra las personas que menos tienen y protege a las personas que especulan y, sobre todo, se imponen a través del mercado y su dictadura más feroz.

Desde esta ventana humilde quiero manifestar que hay otro mundo, donde el pensamiento único no es el imperante, donde habrá divergencias en cómo llevar a efecto estos cambios, pero que no está dispuesto a doblar la cerviz ante los poderosos y que confía en las personas y en la voluntad de no rendirse ante la decisión de los que tienen el poder político que a suvez se han agachado ante el poder económico al que nadie elige.